Para nosotros este “particular” anillo va mucho más allá de una joya, de un metal que se funde y se convierte en una espectacular sortija al que se le añade piedras preciosas; porque el verdadero valor no lo da el dinero, sino el corazón.
Detrás de este anillo hay entrega, amor, pasión, compromiso, confianza y el plan a futuro de tu vida amorosa con esa persona que tanto amas, cuando decides obsequiar este anillo, es porque elegiste a esa persona que te impulsa a vivir y con la que quieres compartir todo, el resto de tu vida.
Por esto, el anillo de compromiso es trascendental para llevar nuestra relación a una nueva etapa y no porque sea un gancho comercial, de lo contrario es porque que se ha extendido por muchas civilizaciones a través de los años y se ha convertido en una tradición cultural, hasta su entrega debe ser especial pero eso lo hablaremos en otra ocasión.
El anillo de compromiso es una tradición que nos ha acompañado desde siempre. En la prehistoria los hombres daban unas “pulseritas” de hierbas a sus mujeres y se las ataban en las muñecas, los pies y la cintura para controlar sus espíritus.
Luego los egipcios cuando sentían que sus mujeres serían buenas esposas y amas de casas, les entregaban un anillo hecho de huesos, fibras de plantas, marfil o cuero y justamente lo colocaban en el dedo anular, ya que ellos decían que allí había una vena que comunicaba con el corazón y creían que con este anillo el amor quedaba atado y no podía escapar.
La tradición se extendió hasta Roma, allí los padres de la novia eran quienes reciban los anillos, y con el tiempo este acto se volvió obligatorio para que un hombre pudiera pedir la mano. A las futuras esposas les entregaban un “segundo anillo” este tenía forma de llave el cual servía para abrir las cajas de seguridad personales o familiares. Este segundo anillo era un símbolo de confianza.
Desde ese momento la tradición comenzó a pasar a otras culturas hasta que llegó a los cristianos, aunque en un principio al clero no le gustaban estos objetos pues eran algo “materialista”. Fue hasta el siglo XIII los anillos fueron aceptados adquiriendo también un significado de compromiso y amor entre novios.
Aunque al principio esta tradición empezó como una forma de propiedad o de poseer a la otra persona, en este momento el anillo de compromiso es un fiel símbolo de amor y de entrega incondicional.
¿Cómo es el anillo de compromiso ideal?
No existe. Puede ser de oro, de plata o de bronce, con diamantes, con esmeraldas, con zircones o simplemente sin piedras, tal vez, no sea el típico anillo de compromiso que estamos acostumbrados a ver, sino sea un anillo que cree un lazo único con tu pareja, porque es un elemento icónico de su relación.
Lo importante es que el anillo de compromiso personifique ese cariño pasado, presente y futuro, que represente todo el amor hasta ahora vivido en la relación.
Ahora cuéntanos ¿cómo fue tu anillo de compromiso o como sueñas que sea?